sábado, 14 de febrero de 2009

Despecho


¡Ah, qué estoy cansada! Me he reido tanto,
tanto, que a mis ojos ha asomado el llanto;
tanto, que este rictus que contrae mi boca
es un rastro extraño de mi risa loca.

Tanto, que esta intensa palidez que tengo
(como en los retratos de viejo abolengo)
es por la fatiga de la loca risa
que en todo mi cuerpo su sopor desliza.

¡Ah, qué estoy cansada! Déjame que duerma;
pues, como la angustia, la alegría enferma.
¡Qué rara ocurrencia decir que estoy triste!
¿Cuándo más alegre que ahora me viste?

¡Mentira! No tengo ni dudas, ni celos,
Ni inquietud, ni angustias, ni penas, ni anhelos,
Si brilla en mis ojos la humedad del llanto,
es por el esfuerzo de reirme tanto...

viernes, 13 de febrero de 2009

Fragmento de pasión


LLamamos realidad sólo a la consciencia: cuánto nos equivocamos al dar nombre a las cosas...

LLamamos, por ejemplo, vida normal a lo que hemos covertido en una verdadera porquería: a un engaño y un cebo para que trabajemos, seamos dóciles y gobernables y fabriquemos armas, y haya guerras y gobernantes que nos lleven a ellas.

Pero da igual: la vida, a pesar de ser la antesala gozosa de la muerte, no es cicatera, no es una contable que lleve al céntimo el debe y el haber; es derrochadora y yo -que sé que ella no es mía, sino yo de ella- aspiro a prolongar este breve pasillo del placer de vivir. Hasta morirme en él, o morirme por él. Pero ¿quién muere en un pasillo? Ay, si el placer matara...

La vida es una aventura incomprensible, aunque a rachas acertemos a comprender una parte pequeña.

Ha habido momentos en que he estado tocándole el alma con los dedos, en que he sacado los dedos manchados con polvillo de oro como el que una mariposa, de niños, nos dejaba antes de escapar o antes de morir. No sé con que estrategia y, no obstante, creo que el zafarrancho de combate del sexo nos ayuda; deja todo manga por hombro, sin que se sepa de quién es esta camisa o este olor, pero ayuda. Es una empresa que se emprende en común. Estoy segura de aque su frenética complicidad no se extingue del todo; de que hay una forma de simpatía, una afinidad que, después del orgasmo, se prolonga, que nos prolonga... Por lo que sé de mí, mi pasión es continua: no dura sólo lo que dura el polvo: conduce a él y lo sigue y lo precede. Como el péndulo de un reloj que se mueve ignorante de la hora que marca.

A menudo he pensado que mi pasión es aún más violenta que mi deso sexual, y más personal también, y menos transferible por desgracia.
Se puede despertar el deseo en otro ser, pero no la pasión.
La momentánea, sí; pero la que es anterior y posterior a la embriaguez del sexo, no.

Por eso la pasión está más cerca de la muerte que el deseo, cuando mezcla sin sentido la dicha y el dolor: un dolor que es dichoso porque emana de quien amamos y de su mano viene, aunque él no sea consciente de que nos la causa, y sea precisamente eso lo que más nos duela. Y por eso la pasión se alimenta de sí misma -bien lo sé yo- igual que un cáncer. Para cumplirse no necesita nada más que a ella misma, una vez que se ha levantado en armas por la presencia de alguien.

Porque la ausencia de ese alguien es terrible, pero nos queda la esperanza del encuentro, mientras que, si su presencia realmente no nos acompaña, sólo nos queda la desesperación.

martes, 10 de febrero de 2009

Reinvención


La vida sólo es posible
reinventada.
Va el sol por los campos
y pasea su dorada mano
Por las aguas, por las hojas...
¡Ah, todo burbujas
que brotan de hondas piscinas
de ilusión… -nada jamás.
Ah, todo burbujas.
Pero la vida, la vida, la vida
la vida sólo es posible reinventada.
Viene la luna, viene, retira
las cadenas de mis brazos.
Me proyecto por espacios
llenos de tu figura.
Sola, equilibrada en el tiempo,
me desprendo del vaivén
que más allá del tiempo me lleva.
Sola, en la tiniebla
permanezco: recibida y dada.
Porque la vida, la vida, la vida,
la vida sólo es posible
reinventada.

lunes, 9 de febrero de 2009

René Magritte


Uno no puede hablar acerca del misterio, uno debe ser cautivado por él.
El Arte evoca el misterio, sin el cual el mundo no existiría
Mi derrotismo no está mucho tiempo comprometido, ni enteramente suprimido por esos momentos privilegiados en el que el mundo se manifiesta por bellas ideas, bellos sentimientos o sensaciones de placer



Pintor belga, figura principal del movimiento surrealista. Nació en Lessines y estudió en la Académie Royale des Beaux-Arts, Bruselas. Su primera exposición individual fue en Bruselas en 1927. Para entonces Magritte había ya empezado a pintar en un estilo cercano al surrealismo, que predominó a lo largo de su larga carrera. Diestro y meticuloso en su técnica, es notable por obras que contienen una extraordinaria yuxtaposición de objetos comunes en contextos poco corrientes dando así un significado nuevo a las cosas familiares. Esta yuxtaposición se denomina con frecuencia realismo mágico, del que Magritte es el principal exponente artístico. Buena muestra de su magnífico hacer es el cuadro La llave de los campos (1936, Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid), expresión francesa que sugiere la liberación de cualquier restricción mental o física. Aparte de elementos fantásticos, exhibía un ingenio mordaz, creando versiones surrealistas de obras famosas, como en su lienzo Madame Récamier de David (1949, colección privada), en la que el famoso retrato de Jacques Louis David es parodiado, al substituir a la mujer por un elaborado ataúd. Murió el 15 de agosto de 1967 en Bruselas.









Gustav Klimt

Nacionalidad: AustriaBaumgarten 14-7-1862 - Viena 6-2-1918 PintorEstilo: Secession de VienaEscuela: Simbolismo

Este artista austríaco representa una particular visión del Modernismo que ha hecho que muchos lo consideren dentro del ámbito del Simbolismo por los contenidos de sus obras. El ambiente que vivió, estuvo muy influido por la Secesión vienesa. En 1897 se creó una asociación de artistas de vanguardia opuestos a la academia. En arquitectura, pintura y escultura se exponían los ideales del Modernismo. Klimt estaba a la cabeza de la pintura, hizo murales de cierta envergadura. Creó un taller con su hermano, hacían decoraciones por encargo. La muerte de su hermano en 1893, lo sumió en una depresión que hizo que se apartara durante un tiempo de la pintura. Cuando volvió a pintar encabezó como presidente de la Secesión en 1897.

Klimt conoció la pintura innovadora belga, Toorop, el Prerrafaelismo inglés... . Fue muy revelador su viaje a Rávena en 1903, conoció mosaicos bizantinos y una decoración de gran brillantez de color pero antinaturalista. Ello le influyó profundamente; en sus obras se aprecia un gusto por los fondos dorados y por los diferentes materiales decorativos. Sus obras tienen valor de icono. La mujer que aparece en sus temas es la decimonónica mujer fatal, demacrada, enfermiza y mórbida.
Klint escribió: "estoy convencido de que no soy una persona especialmente interesante. No hay nada especial en mí. Soy pintor, alguien que pinta todos los días de la mañana a la noche. Figuras, paisajes; de vez en cuando, retratos. Las palabras, habladas o escritas, no me salen con facilidad, especialmente cuando tengo que decir algo sobre mí mismo o sobre mi trabajo. (...) Si alguien quiere descubrir algo en mí (...) puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero".


ANDRE BRITO

Portugués de 31 años, André Brito es un fotógrafo especializado en el desnudo, convirtiendo la belleza del cuerpo humano en arte.
Sus fotografías son de una fuerza inusual, que se matizan con el uso del blanco y negro y tonalidades sepias. Sin embargo no todos sus trabajos están basados en el desnudo, pero si tienen como denominador común, una sensualidad que les caracteriza. Además de buscar la esencia del cuerpo humano, Brito va más allá creando unas coreografías impresionantes en sus trabajos para moda y publicidad,en sus fotografías de desnudos busca elementos que fusiona con posturas, jugando con el contraste de tal forma que creemos ver lo que no es; fundiendo sombras y texturas, que desembocan en imágenes camaleónicas.
Sus trabajos llenan revistas y catálogos de belleza y moda, como no podía ser de otro modo.




sábado, 7 de febrero de 2009

La máscara



Cada vez que me pongo una máscara
lo hago para tapar mi realidad fingiendo ser lo que no soy,
lo hago para atraer la gente;
luego descubro que solo atraigo a otros enmascarados
alejando a los demás debido a un estorbo: LA MASCARA

Cada vez que me pongo una máscara
lo hago para evitar que la gente vea mis debilidades,
luego descubro que al no ver mi humanidad,
los demás no me pueden ver por lo que soy,
sino por LA MASCARA

Cada vez que me pongo una máscara
lo hago para preservar mis amistades;
luego descubro que cuando pierdo un amigo
por haber sido auténtico, relamente no era
amigo mio sino de LA MASCARA.

Cada vez que me pongo una máscara
lo hago para evitar ofender a alguien y ser diplomático;
luego descubro que aquello que ofende a las personas
con quien quiero intimar, es LA MASCARA.

Cada vez que me pongo una máscara
lo hago convencido que es lo mejor que puedo hacer
para ser amado luego descubro la gran paradoja...

Lo que más deseo lograr con mi máscara es
precisamente lo que impido con ella.

La destrucción de la realidad



Como operación delicada que es, los poetas
comienzan a roer la realidad con tal delicadeza
e inocencia
que nadie, juraría, creería que eso es lo que
sucede.
Se desmontan los mecanismos del pensamiento.
La orfebrería mental
se desvanece.
La realidad se aleja del corazón. Desaparece el
placer.

(Otra manera de verlo:
el mundo se aleja de los hombres
porque el mundo los sobrepasa en inteligencia,
veut dire: la Tierra piensa.)

Se destruye la tapa de lo razonable: el cerebro
estalla.
Entonces la vuelta de tuerca,
el golpe de efecto,
retroceso para la ironía:
se ha ido,
se ha ido,
repite la voz: se ha ido
un hombre viejo que al enfrentar su vejez
decidió arrancar de la muerte
un argumento: la revelación de un misterio:
ver
lo que no existe

Paisaje


No se mueve ni una hoja,
no hay ni un pájaro que cante,
sobre el rojizo horizonte
de vez en cuando un relámpago;

a un lado algunos espinos,
surcos a medio anegar,
lienzos grises de murallas,
sauces nudosos plegados;

al otro un campo limita
una zanja llena de agua,
y hay una vieja cargada
con un fardo muy pesado;

luego el camino se pierde
entre colinas azules,
y lo mismo que una cinta
se alarga en pliegues sinuosos.

Te amo por lo que eres



Un huracán de trópicos,
un campo impredecible
una luz que baja ansiosa
a fundirse en el rayo
del deseo.
Tú moldeas mi carne
y soy brizna leve que se mece
al poder de la música en tus dedos.
Mi hombro, palomar
para tu arrullo,
mi voz una plegaria de la sangre
y tú, brujo del amor, llegas
al aquelarre con la pócima
agridulce de los besos
malabarista para la vibrante
cuerda del amor.
Rito viejo como el tiempo,
como el mundo,
pero siempre deslumbrante
en la palabra cuando dices:
hágase la luz
y yo inauguro el sol
en mitad de mi sexo
y me decido a reinventar el mundo
o lo que es más: a desafiar a la muerte.

Te amo por lo que eres
me amo por lo que soy
cuando estoy contigo.

martes, 3 de febrero de 2009

Gnosis



¿Conoces el olvido?
Es blanco, dolorosamente blanco.
Acaso en un instante
se descorra un horizonte rojo,
y corramos tras él,
para sumir el blanco que nos pesa

y nuevamente es níveo el camino;
en las manos se prende la agonía
y dobla en las arterias la campana.
Quizá nos arrastramos…
porque es lento el camino y es tan blanco,
que se pierde el contacto con la vida.

¿Conoces el olvido?
Mira mis manos blancas, mi cabello,
la sangre que no tiñe,
el pulso que repite horas vacías,
y este grito callado en la garganta.

Distancia aniquilada



Extiende tú la mano
y mira como alcanzas la mía en la distancia;
si pareciera casi
que un volcán de kilómetros, en erupción fantástica,
se transformara en nube de cenizas,
se convirtiera en nada.
Tan cerca estás… tan lejos,
que casi siento encima tu fragancia;
que casi tacto el viento que surgía
de tus manos abiertas, como pampas!

Vuelve tus ojos como quien no quiere
y encontrarás los míos en cada madrugada;
en el temblor que deja el horizonte
con cada sol que se alza;
en cada nubarrón que trasnochó en la selva
y llevó apenas una gota de agua
hasta la cara misma de la tierra
donde dejé una lágrima…
quizá dirás entonces
que amaneció llorando la tierra abandonada!

Lanza un grito hacia el cielo
y espera… La lejana
oquedad del abismo
le hará nacer un eco a tu llamada,
multiplicada en el vacío inmenso
que habita en mi garganta…
No será más el eco de tu grito
sino el alma del eco del grito de mi alma!

Ya ves, estamos lejos… Estamos cerca… Estamos juntos…
¡En medio de una enorme distancia aniquilada!

Puse en mi bandeja cuanto tenia y te lo di



Puse en mi bandeja cuanto tenía, y te lo di.
¿Qué traeré a tus pies mañana?
Soy como el árbol que, huyendo el verano floreciente,
mira al cielo, levantadas sus ramas desnudas de flores.
Pero ¿no hay, entre todas mis ofrendas pasadas, una sola flor
que haya hecho inmarcesible la eternidad de las lágrimas?
¿Te acordarás, me darás las gracias con los ojos
cuando llegue yo a ti con las manos vacías,
en la despedida de mis días estivales?

Hastío



Llega el hastío,
presencia inapelable,
paciente jornalero del olvido,
y murmura al oído del amante:
es hora de partir
tu copa está vacía
Y el mirlo del deseo ya no canta.
Alza tu cuerpo,
¡libéralo!
Edifica
un nuevo sueño
en el vino de otra copa.

¡Ávida piel, desata tus amarras!

Y, obedientes,
atónitos, mutables,
el labio trémulo y la pisada en vilo,
los amantes olvidan sus promesas,
dejan el lecho
y se yerguen anhelantes,
como jóvenes caballos desbocados,
a la búsqueda de innúmero espejismo.

Ultima llama



Por qué lloras?

Porque anoche a mi lámpara
la apagó un viento amargo.

Qué buscas en la sombra?
La sombra de unas manos,
unas manos desnudas que se alzan
contra vientos de fuego
y los enlazan
y retuercen sus uñas malhirientes.
Unas manos que nacen
en el cauce del río de la infancia
y crecen en los árboles
y vuelan con el ala de los pájaros.

Quién apagó tu lámpara?

No importa.
Hoy he vuelto a encenderla
con la última llama

Si preguntan por mi...




Si preguntan por mí…
diles que salí a cobrar la vieja deuda
que no pude esperar que a la vida
se le diera la gana de llegar
a mi puerta.
Diles que salí definitivamente
a dar la cara sin pinturas
y sin trajes el cuerpo.
Si preguntan por mí…
diles que apagué el fuego,
dejé la olla limpia y desnuda la cama,
me cansé de esperar la esperanza
y fui a buscarla.
Diles que no me llamen…
Quité el disco que entretenía en boleros
el beso y el abrazo
la copa estrellé contra el espejo
porque necesitaba convertir
el vino en sangre
ya que jamás se dio el milagro
de convertirse el agua en vino.
Si preguntan por mí…
diles que salí a cobrar la deuda
que tenían conmigo el amor,
el fuego, el pan, la sábana y el vino,
que eché llave a la puerta
y no regreso.
¡Definitivamente diles
que me mudé de casa!

La mascara desnuda




TIEMPO PRIMERO

Apareces de golpe dentro de mí, dorada
por un oro manchado de musgo verdinegro.
Ola petrificada del agua de la vida
creciendo y apretando la sal del esqueleto.

En lo más entrañable de mi ser ejecutas
las invisibles líneas del rostro verdadero,
entregando al proyecto sin límite del polvo
las columnas del vuelo.

¡Qué perfecta y antigua simetría,
qué congelada actividad te anuncia,
qué inerte dimensión te identifica!

Comprendo la serpiente vertebral de la danza
prisionera en el eje de su reino vacío,
la angustia del compacto poder con que se anuda
a su tallo, la ausencia dura del equilibrio.

Conozco las antenas amarillas,
la textura del hielo,
los inocentes labios de la sangre
remansando a la orilla del cabello,
y los interminables corredores azules
por donde se desliza, calladamente, ESO
que comienza entre el sueño y la simiente.

He tocado los altos escalones de niebla
que presiden la noche de tu templo iracundo,
he escuchado el molino que mastica el silencio
que es como alimentarse la muerte de sí misma,
he alcanzado tu frente coronada de cráneos
bajo el signo desierto de un abrazo de piedra.

Veo tu dentadura, tu mordedura fácil:
la máscara desnuda de una risa de huesos.

TIEMPO SEGUNDO

Tú me ofreciste un punto de eternidad.
¿Qué nombre
me dijiste que tiene? Lo he perdido…
Era la imagen de algo inhabitable:
alas de humo, paraíso inmóvil
y una ecuación de miserable olvido.

¿Qué te dio el atributo del invierno?
¿Quién conduce tu siega laboriosa
y prepara un latido en cada hueso?
¿Qué desolado amor al Yo te nombra
como un castigo, un límite o un cielo?

Porque en tu larga mano que mide las raíces
habita una semilla de tactos estelares,
un útero infinito que repite la vida
en las arquitecturas del sueño y la armonía.

Porque en la superficie hay un hijo que crece,
un árbol que culmina, una palabra nueva y solidaria,
un testamento activo, una noticia
para la libertad y la belleza.

TIEMPO TERCERO

Ya está dormido el sueño en tu frente perfecta,
ya se unieron el ángel de espuma y el de fuego,
ya tu contorno firme se llena de oquedades
y en tus ojos anidan astillas de tiniebla.

Ascienden tus cabellos en oleada nocturna,
han herido tu nombre los pistilos del frío,
el derrumbe se filtra por los poros del agua
y te abre su secreto la tierra de cristales.

Eres ahora una bandera sin viento,
una pasión que abandonó la forma:
gérmenes y cuchillos y deseos…
¡alimento de todo lo que vive y devora!

Antes era el paisaje rodando en tu pupila.
Hoy tu ser es camino rodando en el planeta.
Ahí, donde es lo mismo decir flor que lucero,
océano que principio, sexo que primavera.
Ahí estás, donde vive lo que muere,
donde el espejo mudo del ¿Para qué? se quiebra.

Nació contigo, coronó tu infancia
y es el fruto gemelo de tu vida.
Lleva el nombre de todo lo que amas
y el reflejo del polvo que te sueña.
Has llegado a la sombra. Ya navegas
el eco irreversible.
¡Testimonio sin voz, labio implacable!
Un silencio de piedra nos declara
que la muerte es la espalda del misterio
y el amor, su sonrisa irreparable.

BRINDIS INTERMEDIO

Toma Muerte esta copa vacía
de tormenta, de sed y distancia.
Hallarás el sabor de una lágrima.

Esta gota solidificada
que en tu boca será diluida
en la suma integral de mi nada.

Dame Muerte esa copa de sueño,
apagado cristal, negro vino,
que entrelace la fiebre y el frío.

Descender a tu beso inviolado,
embriagarme en tu cuerpo nocturno
y soñar que viví entre tus labios.

Toma Muerte mi mano en tu mano.
formaremos el último signo
que encadena el amor al olvido.

Danzaremos tu esférica danza
entre el viento y el pie de la tierra,
la cintura del fuego y el agua.

Dame Muerte esa copa de amargo
corazón, destilado en veneno,
para el paso final del encuentro.

En tu aliento mortal mi simiente,
la raíz del color en la frente
y la cruz del maíz en el pecho.

Toma Muerte esta copa de luto
derramada en el río salobre;
la tendrás que llenar con tu nombre.

Dame Muerte tu máscara blanca.
Quiero ver tus ojos de abismo
que hay un niño detrás de tu cara.

Toma Muerte mi copa quebrada…

TIEMPO CUARTO

Cuando la sed congregue racimos de colores
en el fondo del tacto sumergidos,
ecos de amanecer y madreselva
en diminutas bocas del rocío.
Y cuando el corazón, entre sus redes,
me recoja los pasos esparcidos
y quede solamente una palabra
—la palabra de muerte que me diste,
esa labrada perla que conserva mi mano,
esa lágrima dura que en tu mano es decir el infinito
todo lo abarcaré, lo seré todo
en espacio sin tiempo y sin delirio:
encontraré la luz frente por frente,
contemplaré los ojos del principio,
daré vuelta completa al imposible
y en el Todo… seré Uno contigo.

SIN TIEMPO

En la mirada ciega del amor me miraste
descubriendo los ojos de la vida.
Y supe que nací por conocerte
y unificarme en ti, Desconocida.

TIEMPO QUINTO

Yo vestiré mi muerte de amarillo
con camisa de sal y ojos de uva,
adornaré su pie de cascabeles
y la coronaré de nomeolvides.

Aquí, sobre tu trono de oropeles
y tu mano de larvas y lamentos:
¡Mira a la Vida, mírala de frente!
Calavera de azúcar, dí: ¿Quién eres?

Quiero el sudario de papel de China,
el cadáver del sol hecho pedazos,
un adiós con los pétalos de fuego
y un ídolo de piedra entre los brazos.

domingo, 1 de febrero de 2009

Una imagen y mil palabras censuradas

A veces es cierto que una imagen vale más que mil palabras y esto es lo que sucede en el caso del periodista y fotografo de investigación Gervasio Sánchez. En su caso quiso aunar a sus bellas y crudas imagenes de vidas desgarradas por las minas antipersona un discurso valiente y reivindicador durante la entrega de premios Ortega y Gasset de fotografía convocado por el País, del que él había sido justo ganador en la categoría de Fotografía de Investigación. “Cada víctima de la guerra tiene derecho a contar su drama. Todo el mundo tiene la obligación de escuchar su historia”, clama Gervasio pidiendo que cesen las ventas de armas a zonas de conflicto. Ante un auditorio del Círculo de Bellas Artes de Madrid, Gervasio Sánchez lanzó una catilinaria dirigida a todos los gobiernos de la democracia española. Estaban presentes, en primera fila, la vice-presidenta del actual, María Teresa Fernández de la Vega, Leire Pajín, Magdalena Álvarez, Mercedes Cabrera, Cristina Garmendía, César Antonio Molina, Trinidad Jiménez, Esperanza Aguirre, Ruiz Gallardón, muchos ministros, secretarios de Estado, presidenta de la Autonomía de Madrid y alcalde de la capital. Su discurso produjo un impacto en la sala abarrotada de gente. Creo que merece la pena que quienes no estuvieron allí, sepan lo que Gervasio dijo. Misteriosamente sus palabras han sido silenciadas por todos los medios de comunicación. No quiero que caiga en el olvido uno de los discursos más bellos y esclarecedores de los últimos tiempos. Creo que merece la pena detenerse unos segundos y leerlo y por supuesto ver sus imágenes.
DISCURSO DE GERVASIO SANCHEZ
Estimados miembros del jurado, señoras y señores:Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo. ….Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.Muchas gracias.




LA FOTO PREMIADA - Sofía Elface Fumo y su hija Alia - Victima minas antipersona Mozambique






La vida desde el otro lado



A menudo me digo que debo descender a la realidad y ser práctica, que el tiempo pasa y no en balde, y ya es momento de olvidar sueños inalcanzables y de correr en pos de imposibles.

La realidad me golpea en la cara en cada momento, me repliego un instante en mi interior, me coloco la máscara de la superficialidad e intento ser como la gente que me rodea, disimulando mis miedos y angustias, solicitando al presente un nuevo pase sin descuentos para poder vivir mi futuro con avales y garantías y olvidar un pasado repleto de errores del que no aprendí nada en absoluto, solamente a sentir un pesar profundo.

Pero la mujer que hay en mí vive al otro lado de la vida, tras una cortina rasgada sólo en parte, cubierta por velos invibles que sólo a veces me permito traspasar sin demasiado éxito.

Soy una atenta observadora de todo lo bello y horrible que pasa a mi alrededor, impregnándome de lo bueno y lo no tan bueno, de la maldad sin sentido (que no soy capaz de comprender y mucho menos de asumir) y también de la originalidad cuando a veces me topo con ella, y entonces permanezco unos minutos asombrada y estimulada nuevamente.

Vivo al otro lado del espejo, mirando mi reflejo y no me reconozco en él, yo no soy la que habito en este mundo, con cuerpo material y vida aparentemente ordenada y centrada.

Tampoco los que viven a mi lado saben demasiado de mí, creen que me conocen, pero nadie percibe la multidimensionalidad de mi mundo interior.

Conservo la capacidad de sorpresa, cada vez más limitada, pero si algún día llega el momento en el que no tenga ansias de aprender y lo de todo por sabido, las mil mujeres que viven en mí desaparecerán para siempre y sólo quedará la cáscara vacía de mi yo que todos ven y se apagará la luz, mis ojos se acostumbrarán a las tinieblas de una vida solvente y consistente.

Y me convertiré en una mujer corriente y a lo mejor incluso seré hasta feliz, porque ya no me haré preguntas ya que creeré tener todas las respuestas.

Y traspasaré la puerta y viviré en el único lado de la realidad que casi todo el mundo concibe como único y principal.

Y sin embargo sé con una certeza imposible de rebatir, que no quiero desprenderme de mí, de mis mil mujeres inconcretas e intangibles, únicas e irrepetibles y todas ellas sinceramente mías.

Seguiré alimentando mi imaginación, adorando la fantasía, viviendo en un mundo ilusorio y persiguiendo vanas utopías, viviendo la vida desde el otro lado.